Reserva de la Biosfera de Dana
Antes de viajar a Jordania, realmente no sabíamos mucho sobre Dana, un lugar que a menudo queda en la sombra de atracciones más conocidas. Pero justo eso lo convierte en un destino aún más especial.
El Pueblo de Dana, encaramado al borde de un imponente cañón, tiene probablemente la ubicación más impresionante de cualquier lugar que hayamos visitado. El cañón en sí es espectacular, con sus grandes acantilados anaranjados que rodean un valle que parece extenderse hasta el infinito. Si Dana estuviera en otro país, seguramente estaría abarrotado de turistas.
La zona es perfecta para practicar senderismo y experimentar un poco de la vida rural de Jordania. Es muy probable que te encuentres con beduinos y te inviten a tomar té, lo que hace de Dana un lugar imprescindible en tu viaje por Jordania.
El Pueblo de Dana
El mejor punto de partida para explorar Dana es el propio pueblo. Se encuentra en lo alto de un acantilado y es agradablemente fresco (incluso en junio), especialmente por las noches.
Es un pueblo sencillo y tranquilo, pero ofrece algunas de las vistas más impresionantes que hemos visto. Se ha convertido en uno de nuestros lugares favoritos para la fotografía en todo el país.
Dar un paseo por el pueblo es una forma ideal de pasar la tarde. Aunque hay habitantes, muchos de ellos prefirieron trasladarse hacia la parte alta de la colina, cerca de Al-Qadisiya, lo que ha convertido al pueblo en un lugar tranquilo y peculiar para explorar.
Te encontrarás con casas en ruinas y, al doblar una esquina, quizás veas un par de burros vagando por las silenciosas calles de arenisca. Es como transportarse a otro tiempo. Hay varios puntos donde puedes trepar las ruinas para obtener vistas aún más espectaculares de los alrededores.
En el extremo del pueblo, tan pequeño que en apenas 5 minutos puedes recorrerlo desde la parte alta, se encuentra un mirador excepcional. Es el lugar perfecto para sentarse y disfrutar del sol ocultándose lentamente detrás del cañón. Sin duda, fue una de las experiencias más destacadas que vivimos en Jordania.
Además, en la cima de la colina hay varios puntos a lo largo de las carreteras que ofrecen vistas panorámicas del Pueblo de Dana, ideales para apreciar la aldea desde una perspectiva aérea.
Alojamiento - Dana Guesthouse
El encantador Dana Guesthouse, reconocido por tener las vistas más espectaculares del lugar. Cada habitación tiene su propio balcón con vistas al cañón.
Las habitaciones son excepcionales, y las vistas impresionantes incluso se extienden hasta la ducha. Aunque puede resultar algo costoso, es definitivamente la mejor opción en Dana y contaba con la mejor conexión a internet que tuvimos en Jordania.
Excursiones Cerca del Pueblo de Dana
Campamento Rumana
El Campamento Rumana es el punto de partida para varias rutas de senderismo en la Reserva de Dana. La mayoría de estos caminos tienen vistas maravillosas y son bastante accesibles.
Se encuentra a 30 minutos en coche hacia el norte del Pueblo de Dana y es fácil de acceder.
Hay que estacionar en la entrada del campamento y caminar por la carretera hasta llegar al mismo. El trayecto es de unos 2 km en descenso, y para el regreso hay un servicio de transporte que te lleva de vuelta al coche.
Este lugar también es una buena alternativa de alojamiento si prefieres quedarte en una tienda de campaña. Ofrecen tiendas sencillas y de lujo en un entorno impresionante. Además, los baños y duchas compartidos están muy limpios.
Mirador del Rey Hussein - Campamento Rumana
Sendero corto (aproximadamente 30 minutos solo ida)
Dificultad: Fácil
El sendero del Rey Hussein es una caminata muy sencilla que comienza desde la carretera que conduce hacia el Campamento Rumana. Empieza como un camino de tierra, y la entrada se encuentra a la izquierda según vas descendiendo hacia el campamento (busca el Árbol de Enebro).
El trayecto es mayoritariamente llano con algunas leves ondulaciones hacia el mirador. Es fácil de seguir, aunque es bueno estar atento a los hitos de piedra que marcan el camino.
La vista desde el mirador es impresionante, y se dice que el Rey Hussein mismo pasó media hora admirándola, de ahí el nombre. Es un lugar maravilloso para sentarse y contemplar el cañón.
Sendero del Campamento - Campamento Rumana
Circuito de 1 hora
Dificultad: Fácil
Este sendero es una ruta fácil y plana que permite disfrutar de más vistas de Dana. Comienza cerca de las tiendas de campaña de lujo, en el extremo más lejano del campamento, y sigue a lo largo del borde del acantilado.
Hay varios caminos secundarios que te permiten explorar cañones más pequeños, por lo que puedes extender la caminata si lo deseas. Lo interesante es que puedes desviarte cuando quieras y subir a las cúpulas de los alrededores para obtener vistas aún más espectaculares.
Cerca del final del sendero, encontrarás un escondite para observar aves, ubicado frente a una pequeña poza de agua. Es un buen lugar para refugiarse del sol del mediodía y observar diferentes especies de aves que vienen a beber.
Sendero de la Cueva - Campamento Rumana
Dificultad: Fácil
20 minutos de regreso desde el sendero del Mirador del Rey Hussein
El Sendero de la Cueva, aunque no es particularmente destacado, es un complemento interesante al sendero del Mirador del Rey Hussein. Simplemente camina por la carretera en dirección contraria al campamento hasta encontrar la señalización del sendero.
Este camino te lleva a un grupo de pequeñas cuevas. Parece que el sendero podría continuar, ya que había señales tenues por un tramo, pero al llegar a una parte estrecha y resbaladiza del acantilado, decidimos dar la vuelta.
Sendero Wadi Dana a Feynan Eco-Lodge
Dificultad: Moderada
Tiempo estimado: 4.5 horas
Longitud: Aproximadamente 14 km
El Sendero Wadi Dana a Feynan Eco-Lodge es el gran atractivo de Dana. Comienza en el Pueblo de Dana y serpentea a través del cañón hasta llegar al eco lodge de Feynan.
El recorrido inicia con un descenso pronunciado por un sendero de grava durante unos 45 minutos hasta alcanzar el fondo del valle. Aunque es posible hacerlo más rápido, el camino puede ser resbaladizo.
Una vez en el valle, el sendero sigue paralelo a un lecho de río seco, que se reactiva tras las lluvias. Aconsejamos seguir las huellas de vehículos, ya que hay senderos que conducen a asentamientos beduinos. Si mantienes tu rumbo hacia el oeste, alejándote de Dana, finalmente llegarás a Feynan.
La ruta es impresionante y atraviesa una parte poco conocida de Jordania, mostrando una vida más simple con beduinos nómadas que cuidan sus rebaños de cabras y te invitan a tomar té. Nosotros hicimos la ruta durante el Ramadán, y a pesar de no poder beber durante el día, los beduinos nos ofrecían té constantemente, un gesto de hospitalidad generosa y desinteresada.
Durante todo el camino, disfrutarás de vistas espectaculares del cañón y los acantilados, que cambian a cada paso. Aunque nos indicaron que el recorrido tomaría entre 5 y 7 horas, lo completamos en menos tiempo, con varias pausas para hidratarnos y tomar fotografías.
Es recomendable empezar el Sendero Wadi Dana a primera hora, ya que hay poca sombra en el camino. El calor del mediodía puede ser agotador, y llegar a Feynan es un gran alivio. Aunque hay algunos árboles o cuevas donde refugiarse, la mayor parte del trayecto es a pleno sol. Lleva entre 2 y 3 litros de agua y mantén un ritmo adecuado, ya que el sol en Jordania puede ser intensamente fuerte.
En general, es una experiencia muy recomendable: el sendero es fácil y hermoso, y el único desafío real es el sol.
Feynan Eco-Lodge
Al finalizar el Sendero Wadi Dana te encuentras con el Feynan Eco-Lodge, un lugar que National Geographic ha listado entre los 25 mejores eco-lodges del mundo.
Su enfoque ecológico es impresionante: utilizan paneles solares, fabrican sus propias velas para iluminar en lugar de usar luces eléctricas (aunque en los baños sí hay luz, en las habitaciones y áreas comunes no), llevan a cabo un programa de reciclaje y sirven agua en botellas de barro, eliminando así el uso de plástico.
No es la opción más económica, pero la experiencia es inolvidable. La comida es excelente, la observación de estrellas es un espectáculo inigualable y realmente te permite desconectar del todo.
El lugar ofrece una variedad de actividades incluidas, aunque durante el Ramadán son menos. Nos fascinaron la caminata al atardecer y la observación de estrellas. Con su telescopio de alta calidad, pudimos observar los anillos de Saturno, las lunas de Júpiter y una infinidad de estrellas. Fue una experiencia mágica.
Caminata al Atardecer en Feynan
Podrías preguntarte: "Tras una caminata de cuatro horas bajo un sol intenso, ¿por qué hacer otra?"
¡Es una pregunta válida! Pero la caminata al atardecer merece totalmente el esfuerzo adicional.
Solo es una corta subida a un mirador desde donde puedes ver el sol ocultándose tras las montañas.
Fuimos afortunados de presenciar un atardecer dorado, con vistas que te dejan sin aliento. En esa paz, te sientes completamente alejado del bullicio de la ciudad.
Si tu idea es desconectar del mundo moderno, Feynan es el lugar perfecto (aunque cuentan con wifi en el vestíbulo por si necesitas conectarte a internet).
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